miércoles, 29 de diciembre de 2010

Desapareciendo



“Hubo una noche en que mi corazón lloraba sin motivo, tenía motivos él, pero que yo no entendía, y que no entendí hasta salir de la piscina e ir llorando hasta la orilla de la playa, cuando vi la arena por encima de las piedras, y por encima de ella las palmeras de sombra larga, y las sombras por encima de la tierra polvorienta, y el polvo por encima de mis piernas, sobre lo que ya no quedaba nada... 
Bajo mi pecho, sólo mis pulmones atascados, asfixiados y nada más. 
Bajo mis ojos, cientos de lágrimas esperando salir.
Bajo las palmeras de sombra larga, sus sombras y la mía.
Bajo la torre pequeña de muchos escalones, mi propio cuerpo....
...¡Y ahí estaba yo, bajo el Sol y la Luna, que se decían adiós eternamente!”

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