jueves, 25 de noviembre de 2010






Pegada al lado derecho de la acera andaba cabizbaja haciendo el recorrido de siempre. Pero esa mañana hubo algo que le hizo levantar la mirada, era él. 
Gritó su nombre, corrió hacia él, pero él siguió su camino sin escuchar como ella gritaba, sin pararse para que ella pudiera alcanzarle.